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Por el equipo editorial de CamasGuatemala.com

¿Alguna vez has pasado la noche dando vueltas en la cama porque sientes demasiado calor o frío? No estás solo. La temperatura ambiente es uno de los factores más importantes—y frecuentemente ignorados—que afectan nuestra calidad de sueño. Hoy vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de la termorregulación durante el descanso y descubrir por qué encontrar esa temperatura «perfecta» puede ser la diferencia entre una noche de insomnio y un sueño profundo y reparador.

¿Por qué la temperatura afecta tanto nuestro sueño?

Nuestro cuerpo es una máquina perfectamente calibrada que sigue un ritmo circadiano—nuestro reloj biológico interno. Este reloj no solo controla cuándo nos sentimos cansados o alertas, sino también nuestra temperatura corporal a lo largo del día.

Durante la noche, nuestra temperatura central normalmente desciende aproximadamente 2 grados Fahrenheit (alrededor de 1°C). Este descenso comienza unas dos horas antes de acostarnos, coincidiendo con la liberación de melatonina, la hormona del sueño. Esta disminución de temperatura es una señal crucial que le indica al cuerpo que es hora de descansar.

Según el Instituto Nacional del Sueño, cuando el ambiente es demasiado cálido o frío, nuestro cuerpo debe trabajar más para mantener su temperatura ideal, lo que puede interrumpir el ciclo natural del sueño y provocar despertares frecuentes.

La temperatura ideal para dormir según expertos

«El rango óptimo de temperatura para dormir se sitúa generalmente entre los 15.5°C y 19.5°C (60-67°F)», explica la Dra. María Contreras, neuróloga especializada en medicina del sueño. «Sin embargo, existe variabilidad individual y factores como la edad, el sexo y las preferencias personales juegan un papel importante».

Este rango no es arbitrario. Ha sido establecido después de numerosos estudios que demuestran cómo las temperaturas dentro de este espectro facilitan la transición a través de las diferentes etapas del sueño, incluyendo el valioso sueño REM y de ondas lentas, fundamentales para la recuperación física y mental.

Diferencias entre hombres y mujeres

Resulta interesante que hombres y mujeres pueden tener preferencias térmicas distintas a la hora de dormir. Estas diferencias no son solo cuestión de gustos, sino que tienen bases fisiológicas.

Tabla: Temperatura ideal para el sueño según género

GéneroRango de temperatura idealFactores influyentes
Hombres15.5-18°C (60-64.5°F)Mayor masa muscular y metabolismo basal más alto
Mujeres17-19.5°C (62.5-67°F)Menor temperatura en extremidades, cambios hormonales




La Dra. Laura Méndez, especialista en trastornos del sueño del Hospital Roosevelt, señala: «En mi experiencia clínica, las mujeres suelen preferir habitaciones ligeramente más cálidas para dormir. Esto puede relacionarse con las fluctuaciones hormonales que experimentan a lo largo del mes y durante diferentes etapas de la vida como el embarazo o la menopausia».

Variaciones por grupos de edad

La edad es otro factor determinante en las necesidades térmicas para un buen descanso.

Tabla: Temperatura recomendada según edad

Grupo de edadTemperatura recomendadaConsideraciones especiales
Bebés (0-1 año)19-20.5°C (66-69°F)Mayor sensibilidad a cambios de temperatura, riesgo de SMSL con sobrecalentamiento
Niños (1-12 años)18-21°C (65-70°F)Sistema termorregulador en desarrollo
Adultos15.5-19.5°C (60-67°F)Varían según metabolismo y preferencias personales
Adultos mayores (65+)18-21°C (65-70°F)Sistema termorregulador menos eficiente, mayor sensibilidad al frío




«Los bebés y los adultos mayores requieren especial atención,» comenta el Dr. Carlos Figueroa del CentroSueño Guatemala. «Los bebés alcanzan la maduración de su temperatura corporal alrededor de las once semanas de vida. Antes de eso, son particularmente vulnerables tanto al sobrecalentamiento como al enfriamiento excesivo».

Consecuencias de dormir en un ambiente con temperatura inadecuada

Una habitación demasiado caliente puede provocar:

  • Dificultad para conciliar el sueño
  • Disminución del sueño reparador de ondas lentas
  • Menor eficiencia del sueño (más interrupciones)
  • Reducción del tiempo en fase REM
  • Deshidratación y sudoración excesiva
  • Fatiga al día siguiente

Por otro lado, una habitación excesivamente fría también tiene consecuencias:

  • Dificultad para relajarse y conciliar el sueño
  • Posible aumento de la presión arterial
  • Interrupciones del sueño por incomodidad
  • Afectación del sistema inmunológico y procesos de recuperación

Consejos para optimizar la temperatura de tu dormitorio

A continuación, compartimos recomendaciones prácticas para mantener tu dormitorio a la temperatura ideal:

  1. Invierte en un termostato programable que reduzca automáticamente la temperatura por la noche.
  2. Usa ropa de cama y pijamas adecuados para cada temporada. Materiales naturales como algodón, bambú y lino facilitan la transpirabilidad en climas cálidos, mientras que la lana y las microfibras ayudan a conservar el calor en épocas frías.
  3. Considera la tecnología de los colchones modernos diseñados con materiales que regulan la temperatura corporal.
  4. Optimiza la circulación del aire en tu habitación mediante ventiladores de techo o ventanas estratégicamente abiertas.
  5. Toma un baño caliente una o dos horas antes de acostarte. Al salir del agua, tu cuerpo experimentará un enfriamiento natural que facilitará la conciliación del sueño.
  6. Controla la humedad de tu habitación. Una humedad entre el 30% y 50% complementa la temperatura ideal para dormir.
  7. Baja las persianas durante el día en verano para evitar que la habitación acumule calor.
  8. Usa sistemas de climatización cuando sea necesario, pero evita dirigir el aire directamente hacia la cama.

El caso especial de las parejas con preferencias diferentes

Uno de los desafíos más comunes en las parejas es encontrar un equilibrio cuando existen preferencias térmicas diferentes. El Dr. Eduardo Salazar, psicólogo especializado en relaciones, recomienda:

«Cuando existe esta disparidad, es mejor favorecer la temperatura más baja y que la persona que prefiere más calor use ropa de cama adicional o pijamas más abrigados. Es más fácil añadir capas que quitarlas cuando ya no hay más que quitar».

Alternativas como sistemas de climatización para camas con controles duales también pueden ser una solución elegante para parejas con necesidades térmicas muy diferentes.

El impacto del cambio climático en nuestro sueño

Un aspecto que no podemos ignorar es cómo el calentamiento global está afectando nuestros patrones de sueño. Investigaciones recientes publicadas en Sleep Medicine Reviews sugieren que el aumento de las temperaturas nocturnas está correlacionado con un incremento en los trastornos del sueño, especialmente en áreas urbanas y poblaciones vulnerables.

En Guatemala, donde muchos hogares no cuentan con sistemas de aire acondicionado, es especialmente importante implementar estrategias pasivas para mantener fresca la habitación durante las noches calurosas.

Conclusión: Personaliza tu ambiente para un descanso óptimo

No existe una temperatura universalmente perfecta para todos. La clave está en experimentar dentro de los rangos recomendados y encontrar el punto ideal para ti y tus seres queridos.

Recuerda que la calidad del sueño impacta directamente en tu salud física y mental, rendimiento cognitivo, humor y calidad de vida en general. Invertir tiempo en optimizar las condiciones de tu dormitorio, incluyendo la temperatura, es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar para tu bienestar integral.

En CamasGuatemala.com entendemos la importancia de todos los factores que contribuyen a un descanso reparador. Desde la selección del colchón y almohadas adecuadas hasta las condiciones ambientales óptimas, estamos comprometidos a ayudarte a lograr el mejor descanso posible.

¿Y tú? ¿A qué temperatura duermes mejor? Comparte tu experiencia en los comentarios y cuéntanos qué estrategias has implementado para mantener tu dormitorio a la temperatura ideal.


Este artículo tiene fines informativos y no pretende sustituir el consejo médico profesional. Si experimentas problemas persistentes de sueño, consulta con un especialista.